Hoy estamos de cumpleaños. 25 años son muchos en la vida de una empresa y también en la vida de cada uno de nosotros. Es un día grande y me voy a permitir un post más emotivo de lo habitual.
Me vienen a la cabeza un montón de recuerdos vividos y muchos momentos que hemos compartido juntos en tantos proyectos y vivencias de tantos años.
Una empresa que parte de cero como Abana es en esencia un sueño de uno o varios ciudadanos un poco locos, atrevidos y hasta osados, que un día se deciden invertir gran parte de su vida y su dinero y a veces el de sus familias o amigos en un proyecto de empresa que creen viable y que soluciona alguna necesidad en algún sector de la sociedad. Con esta mochila llena de sueños, proyectos y mucha ilusión, nos lanzamos en 1997 a crear lo que hoy celebramos.
En estos años, los pilares han sido la apuesta por la gestión inspirada en la excelencia, el trabajo en equipo, la mejora continua y la búsqueda permanente de la calidad, así como el desarrollo tecnológico, organizativo y metodológico, y el cultivo del talento y competencias de nuestros trabajadores y colaboradores.
Es tiempo de grandes cambios en nuestro sector y en la sociedad española. Siempre he procurado ejercer el liderazgo basado en el esfuerzo, la constancia y la ilusión y guiar a la empresa con dignidad, respeto, coherencia y humildad. Estos valores están más presentes que nunca hoy y espero que sigan marcando el futuro y la historia de Abana.
Somos testigos de un proceso imparable de digitalización o sus efectos en la forma de consumir y relacionarnos socialmente, derivados de la aparición de la pandemia de la COVID 19, que confirman que nos movemos en un escenario distinto, novedoso y disruptivo, repleto de retos por afrontar. El mundo está cambiando y, por supuesto, nosotros debemos ser capaces de cambiar con él, para adaptarnos a otros canales, competencias, normativas y expectativas, y también ser capaces de aprovechar las oportunidades que surgirán de estas transformaciones.
En este tiempo hemos evolucionado manteniendo la esencia que nos define desde nuestros inicios, pero nos ha servido también para crecer en conocimientos y profesionalidad, para definir nuestra misión como empresa en la sociedad y tener cada vez más claro de dónde venimos y sobre todo a dónde vamos.
Hoy hemos llegado hasta aquí, siendo una empresa de referencia en el sector de la gestión de la información en España, gracias al esfuerzo, la lealtad, el compromiso y el talento de todos los profesionales de Abana.
Doy gracias a Dios y a mis padres, sobre todo a mi madre por haberme enseñado a valorar la libertad de elegir y animado a ejercerla con valentía, prudencia y respeto.
A mi amada esposa y compañera de aventuras, mis queridos hijos, nietos y familiares, gracias por ser comprensivos, con mis ausencias, silencios y preocupaciones, por apoyarnos siempre y por estar a nuestro lado.
A las personas que han estado desde el principio en esta aventura y han vivido el crecimiento en todas sus etapas con la mejor actitud, implicación y dedicación, aportando sus capacidades, su mejor cara, ganas y superación, asumiendo tareas de responsabilidad de dirección y coordinación en los buenos y en los malos momentos.
También a personas de gran valía que se han incorporado un poco más tarde a tareas de coordinación, fruto del crecimiento de la empresa, pero que han sabido sumarse a ese primer grupo de pioneras y hacerla más grande todavía.
Por último personas que han confiado en nosotros desde diversos roles de nuestro Ecosistema, como clientes, colaboradores, asesores, aliados comerciales o proveedores, desde los primeros momentos, y han ayudado a desarrollarnos. Algunos ya no están en esta dimensión terrenal, pero donde quiera que estén seguramente nos seguirán iluminando y apoyando. Mi profundo reconocimiento y agradecimiento a todos ellos.
Todos los miembros de este ecosistema Abanero habéis aportado de una u otra forma vuestro granito de arena para que lleguemos aquí. Una aventura que sigue escribiendo su historia.
Gracias de corazón y FELIZ CUMPLEAÑOS.
