- 30 octubre, 2023
- Escrito por: Teresa Hernández
- Categoría: Bibliotecas, Proyectos, Recursos humanos

Nuestra compañera Milagros se jubila en los próximos días. Es la primera Abanera que finalizará su carrera profesional en ABANA por jubilación y como merecido reconocimiento a ella, le hemos pedido que nos dedique unas palabras, en una entrevista muy especial.
¿Qué fue lo que te impulsó a dedicarte a la catalogación de materiales especiales?
Cuando estudiaba en la Universidad la carrera de Geografía e Historia, pensaba dedicarme a la enseñanza.
Cuando acabé, en España había una crisis importante y el trabajo escaseaba. Mientras esperaba a que salieran oposiciones o me llamaran para algún trabajo, me enteré que en el CEU impartían cursos de Archivos, Bibliotecas y Museos y me apunté.
Me llamaron del INEM para trabajar seis meses en la Biblioteca Nacional de España. Cuando me presenté me destinaron al Servicio de Cartografía, podía haber sido cualquier otro Servicio de la BNE.
Mi trabajo consistía en la catalogación de mapas modernos, que llegaban por Depósito Legal, también la colocación de tarjetas postales que eran tantas que parecía que nunca se terminaba su ordenación. El material cartográfico, ya entonces, me pareció muy interesante, bonito y diferente.
Al finalizar el contrato me llamaron de una empresa (la cual se informó en la BNE de personas que supieran catalogar mapas) para trabajar en un proyecto de catalogación de Material cartográfico del Ministerio de Defensa.
Con motivo de la Exposición Universal de Sevilla de 1992 querían sacar a la luz todos los mapas de los siglos XVI, XVII y XVIII, que hubiera sobre España, América y Filipinas en diferentes Instituciones, así que trabajé en el Archivo Histórico Militar, Museo Naval, Servicio Geográfico del Ejército, Biblioteca Nacional de España, Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares y otros.
Así, que sin darme cuenta, empecé a trabajar con un material que cuanto más trabajaba en él, más me gustaba y me atraía. Se puede decir que he sido una persona privilegiada por dedicarme a este trabajo.
También es cierto, que a lo largo de mi vida laboral he trabajado en otras áreas que han aportado mucho a mi vida personal y han engrandecido la profesional.
La mayor parte de mi vida laboral he trabajado con libros antiguos, ya fueran de cartografía o de otros temas. Se puede decir que estos trabajos me han dado mucha satisfacción y me he sentido muy orgullosa de haber podido trabajar en ello.
¿Mirando hacia atrás, dirías que has logrado conseguir tus metas profesionales?
Totalmente, no me he considerado nunca ambiciosa. Creo que la vida me ha dado más de lo que yo pensaba y por ello le doy las gracias.
¿Cómo te has sentido siendo parte de Abana?
Me he sentido muy a gusto, como en casa. Abana ha sido la empresa en la que voy a poner fin a mi vida laboral. El trato en Abana ha sido muy bueno, no puedo quejarme de nada.
¿Cómo ha sido tu relación con los compañeros y tus responsables en Abana?
El primer contacto que tuve con Abana fue una llamada telefónica con Ana Gómez, necesitaban una persona que supiera catalogar mapas, le envié mi CV y, al poco tiempo, me llamó diciendo que me habían seleccionado para el trabajo. Cuando me habló del posible tiempo de duración del proyecto recuerdo que dije “¡Qué bien, con este proyecto me jubilo!”.
Los responsables más directos primero Carmen Sánchez y después María Izquierdo son personas muy profesionales que me han hecho sentir muy bien, al igual que Eva Cerezo, a la que veía menos pero, igualmente, me ha hecho sentir muy a gusto. Mi compañera del alma Raquel que trabaja en el Servicio de Cartografía y los compañeros del “altillo”, como decimos, María, Sara, Oscar y Rafa, con los que tengo una relación más cercana se puede decir que son personas impecables.
¿Qué destacarías de estos años y cuál es tu mejor recuerdo?
El mejor recuerdo fue haber podido volver al Servicio de Cartografía de la BNE donde trabajé durante muchos años y en el que destaco el buen hacer tanto del personal responsable de Abana como el del personal funcionario de dicho Servicio.
¿Qué vas a echar de menos de trabajar en Abana?
No poder trabajar con los mapas y a los compañeros.
¿Cuáles son tus planes a partir de ahora?
En principio, a largo plazo, no quiero pensar mucho en lo que voy hacer, de momento seguir disfrutando de la vida.
Primordial, hacer limpieza en casa de papeles que ya no voy a utilizar y que siempre guardaba “por si acaso”.
No me voy a quedar sentada en casa, entre otras cosas, quiero profundizar en el estudio de la historia de Madrid y de España, leyendo y apuntándome a visitas, cursos, etc., algo que siempre me ha gustado, pero por unas razones u otras nunca las he podido hacer.
Recrearme en los museos y leer novelas que tengo pendientes. Viajar lo que mi bolsillo me permita. Colaborar en asociaciones que me aporten satisfacción, etc.
Para finalizar, quiero dar las gracias a la Empresa ABANA por darme la oportunidad de trabajar en este proyecto y en la que, con gran satisfacción, pongo punto final a mi vida laboral.
Excelente testimonio y motivación para los que recién comenzamos en Abana!