La responsabilidad medioambiental de las empresas (RME), en relación con la prevención y reparación de daños medioambientales, se ha convertido en una línea estratégica de gestión empresarial.
Una empresa socialmente responsable, tiene que reflexionar sobre el impacto de sus actividades económicas en el medio ambiente y la necesidad de gestionarlas adecuadamente para garantizar el desarrollo sostenible y revisar los tipos de contaminación más importantes que pueda ocasionar, sus fuentes, sus principales características, así como sus efectos sobre el aire, el agua, el suelo y los seres vivos, siendo conscientes de los recursos que constituyen las materias primas las que a través de procesos industriales, se transforman en productos de consumo humano, y que finalmente se convierten en desechos y residuos, y no se acepta que el progreso económico tenga que estar asociado a una degradación ambiental.
Las sociedades avanzadas abordan este problema mediante el diálogo, que facilite regular unas normas que permitan el cambio de unos modelos de desarrollo que, a día de hoy, no son aceptables por ser altamente agresivos con el medio ambiente, a otros modelos de desarrollo sostenible.
La Responsabilidad Social consiste en un comportamiento que adoptan las empresas voluntariamente, más allá de sus obligaciones jurídicas, por considerar que redunda a largo plazo en su propio interés y en el de toda la sociedad.
En este contexto, los sistemas de gestión medioambiental se constatan como herramientas fundamentales en la gestión de la responsabilidad medioambiental de las empresas, ya que un sistema de gestión ambiental no únicamente preserva nuestro entorno, sino que persigue mejorar la productividad de la empresa al minimizar los desperdicios y maximizar los recursos necesarios para sus operaciones.
Un sistema de gestión medioambiental es una herramienta de trabajo para integrar la variable ambiental en una organización. Requiere de la implicación completa del personal para que tenga éxito.
La familia ISO 14000 y concretamente la ISO-14001:2015 es una norma orientada a ser una guía de diseño del sistema y una guía de verificación del sistema, aportando valor.
Sus finalidades o sus objetivos fundamentales son reducir el consumo de materias primas, reducir el consumo de energía, mejorar la eficacia de los procesos, reducir la generación de residuos, utilizar recursos renovables etc. es decir, todo lo que conlleva ese diseño de economía circular.
Por todos estos motivos expuestos, la Dirección de Abana ha implantado y mantiene desde hace más de 10 años, un sistema de gestión medioambiental basado en los requisitos de la norma UNE-EN-ISO 14001 (2015), con alcance para todos sus servicios, definiendo su firme compromiso medioambiental a través de sus políticas:
- Defender los sistemas ambientales evitando su degradación.
- Minimizar cualquier posible impacto en los seres humanos y en el medio ambiente, con la realización de sus servicios.
- Proteger y conservar los recursos, mediante un uso racional y sostenible.
- Vigilar con responsabilidad propia, las instalaciones, los productos empleados, las emisiones y la eliminación de residuos.
- Fomentar en todos sus colaboradores, la conciencia por el medio ambiente y en el trabajo.